Greenpeace propone que se refuerce el actual sistema de apoyo a la fotovoltaica

Los ecologistas, que comparan el nuevo objetivo pretendido por el Gobierno –1.200 MW en 2010– con las cifras del sector FV en Alemania, donde ya hay más de 2.500 MW conectados a red, quieren que el 50% de la electricidad que se consuma en España en 2020 sea renovable.

17 de octubre de 2007

Greenpeace vuelve a proponer que se refuerce el actual sistema de apoyo a la energía solar fotovoltaica para que esta fuente renovable continúe creciendo en nuestro país. La propuesta de la organización ecologista se centra en dos ejes: eliminar límites que supongan un freno a la fotovoltaica, energía que los ecologistas consideran que puede contribuir notablemente a que el 50% de la electricidad que se consuma en España en 2020 sea renovable, y establecer unas tarifas predecibles en el tiempo que aseguren la rentabilidad de las inversiones, reivindicaciones ambas que coinciden con las que ha hecho públicas a lo largo de las últimas semanas la patronal del sector.

La organización ecologista valora como un éxito el hecho de que la potencia solar fotovoltaica instalada en España haya superado ya los objetivos que el Gobierno marcó para 2010, lo cual demuestra la madurez y eficacia de este sector y lo acertado del marco gubernamental de apoyo hasta ahora vigente, si bien considera al mismo tiempo que esa es una prueba más de lo tímidos que eran los objetivos oficiales.

"¿Hasta cuándo tendrá que ir España por detrás de Alemania en energía solar, cuando el sol abundante está aquí y no allí?", declaraba esta semana al canal de televisión Humania TV el responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, José Luis García Ortega. "Lo que hay que hacer es seguir impulsando esta energía limpia, y poner objetivos mucho más ambiciosos para 2020".

La propuesta ecologista, según la misma fuente, consiste en establecer una tarifa única para toda la fotovoltaica que dependa de manera continua de la potencia instalada, que vaya disminuyendo lineal y suavemente según aumente la potencia y que mantenga un diferencial favorable para las instalaciones en edificios.