Bicicletas eléctricas
Madrid, 1 jun (Consumer).- ¿Se imagina un medio de transporte que apenas contamine, ligero, que evite atascos, pérdidas de tiempo en búsquedas de aparcamiento y, que, además, suponga un gasto pequeño? No es ciencia ficción. Son las prestaciones de la bicicleta eléctrica, un nuevo concepto que ha llegado a nuestro país con la promesa de ser más ecológico, menos ruidoso que los demás vehículos y que contribuye a que las ciudades sean más habitables. No obstante, los ecologistas advierten de que sí contamina, aunque consuma poco, principalmente porque la electricidad en nuestro país no procede de energías renovables
Bicicleta con motor
En países europeos como Holanda la bicicleta tradicional es uno de los principales sistemas de transporte urbano, un hecho facilitado por el paisaje plano imperante. Sin embargo, en España se prefiere usar vehículos a motor, como el coche o la motocicleta, bien porque nuestro territorio presenta más montañas y cuestas o bien por la falta de costumbre de desplazarse pedaleando. En este contexto, la irrupción en el mercado de la versión eléctrica puede ayudar a expandir el uso de la bicicleta y a reducir el ruido y la contaminación en nuestras ciudades. Desde el punto de vista estético, una bicicleta eléctrica presenta el mismo aspecto que una tradicional. La única diferencia estriba en un pequeño motor -colocado en el eje trasero- que sólo funciona cuando se pedalea y que se alimenta a partir de unas baterías, situadas debajo del sillín o en las valijas. Este motor ofrece una ventaja clara respecto a la bici tradicional porque permite que personas que no sean ciclistas o cicloturistas afronten con comodidad recorridos exigentes o con pendientes, sin necesidad de ningún entrenamiento, gracias a que el verdadero esfuerzo no lo realiza el ciclista.
'En China, donde la bicicleta es el medio de transporte más utilizado, se están pasando a los modelos eléctricos, y en Italia se han llegado a vender 100.000 unidades en un año', relata sobre el incipiente éxito de la versión eléctrica Steen Sara, desde Tucano Bikes, empresa fabricante de este tipo de vehículos. Detrás de esta nueva moda, se encuentra un factor tecnológico, puesto que desde hace poco menos de dos años se han empezado a introducir las baterías de litio y modelos más ligeros realizados con aluminio, lo que ha supuesto mayor eficacia y unos 'precios razonables', según explica Antonio Guerín, director de la marca EcoBike.
Por tanto, las bicicletas eléctricas se suman a las opciones disponibles para personas que quieren desarrollar trayectos cortos y, además, ahorrarse dinero. Según Guerín, el gasto de electricidad de los motores de estos vehículos es de tan sólo 1 euro por cada 100 kilómetros, 'El gasto de electricidad de los motores de estos vehículos es de tan sólo 1 euro por cada 100 kilómetros'.
lo que constituye un ahorro considerable respecto a la motocicleta o el coche. Utilizar este vehículo también significa olvidarse de trámites burocráticos porque tienen la misma consideración a efectos legales que las bicicletas de toda la vida y no precisan de permiso de conducir o seguro. Además, para esto último sirve el seguro de hogar, que también incluye la bicicleta eléctrica, y en caso de que se quiera una mayor protección se puede solicitar los seguros de las federaciones de ciclismo, que cuestan entre 50 y 60 euros.
Usuarios y fabricantes de estos vehículos a motor aseguran que las ventajas que ofrecen las bicicletas eléctricas son muchas: más allá de la posibilidad de trasladarse de un lugar a otro sin realizar ningún esfuerzo físico, lo que hace que sea muy atractivo para las personas con alguna lesión o incapacidad, destaca su sencillo cuidado. Así, después de dar un paseo, se puede sacar la batería y cargarla cómodamente en cualquier enchufe de la casa, un proceso -similar al que se realiza con el teléfono móvil- que tarda como media 6 ó 7 horas y se puede efectuar por las noches para tener preparada la bici al día siguiente. Por otro lado, el peso de los modelos es menor, hasta convertirse en vehículos realmente portátiles -incluso existen versiones plegables- que se pueden transportar fácilmente a los domicilios.
Estos factores y unos precios que arrancan en los 350 euros han hecho de la bicicleta eléctrica una buena alternativa para realizar trayectos cortos en la ciudad o en el campo, acudir al trabajo o hacer recados, gracias a una autonomía que ronda los 50-60 kilómetros.
¿Bicicletas ecológicas?
La bicicleta eléctrica presenta un inconveniente: gasta energía. Por tanto, los ecologistas denuncian que mientras las fuentes energéticas sean las actuales, se sigue contaminando el medio ambiente.
'El problema del motor eléctrico radica en que la electricidad es mayoritariamente energía sucia, no renovable por su origen. Varía con los años, pero aproximadamente el 80% de la electricidad en España se obtiene a partir de fuentes no renovables', afirma José Luis García, responsable de energía de Greenpeace.
No obstante, en Greenpeace sí valoran que la bicicleta eléctrica 'puede ser una aportación positiva en la medida en que sirva para que haya un mayor uso de la bicicleta tradicional' y reconocen que se 'contamina menos' desde el punto ambiental que con el uso del coche o de la motocicleta. García se fija concretamente en las baterías y recomienda las de litio, 'las más aceptables desde el punto de vista ecológico', ante los efectos más negativos que tienen las de plomo y níquel.
Respecto a la controversia sobre la diferencia entre las bicicletas eléctricas y las motocicletas, García afirma con rotundidad que realmente son motos, 'porque si llevan motor no les puede llamar bicicletas'. Sin embargo, el diseño, prácticamente idéntico al de una bicicleta tradicional y la potencia marcan la diferencia respecto a las motos. Mientras una moto puede superar holgadamente los 50 kilómetos por hora, los motores de las bicicletas eléctricas se diseñan para desconectarse cuando se alcanzan los 25 kilómetros por hora y, por otra parte, no hacen ruido, porque no tienen ningún proceso de combustión. 'Son totalmente silenciosas, nada que ver con la moto, la persona pedalea con normalidad, aunque con menos esfuerzo -incluso las he visto subiendo puertos y me adelantaban- y abultan poco más que una bici. El único inconveniente es el precio', relata Karmele Goikolea.
¿Ahorran energía?
Desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) defienden que el uso de la bicicleta eléctrica supone grandes ventajas energéticas y medio ambientales: menor consumo energético por viajero-km transportado, inexistencia de emisiones contaminantes locales y reducción de éstas a nivel global, reducción de ruido, menor ocupación del espacio público urbano, etc. 'Además de ventajas económicas, dado el menor coste que cualquier otro medio individual de transporte motorizado y beneficios para la salud, pues pedalear es una actividad saludable que previene enfermedades cardiovasculares', advierten.
Desde este organismo aseguran además que el uso de las bicicletas eléctricas es beneficioso para el ahorro energético, porque 'supone una transferencia de viajeros del coche, cuya ocupación media en ciudad es de 1,2 personas en España, hacia este modo más eficiente energéticamente y respetuoso con el medio ambiente, y más en un ámbito como el urbano donde el problema de la contaminación debido al empleo del vehículo turismo es más acuciante. Por último, el IDAE recuerda que para que la bicicleta se convierta en un modo de transporte mayoritario 'se hacen necesarias determinadas infraestructuras como son los carriles bici segregados de los de tráfico de vehículos motorizados y los aparcamientos de bicicletas'.
Por Benyi Arregocés Carrere (Consumer).
PERDON POR EL LADRILLAZO