¡Magistral Eduardo!... pero no mires.
Así se expresa Eduardo Lorenzo en
RETRATOS DE LA CONEXIÓN FOTOVOLTAICA A LA RED (VI)
“Primeras memorias de un empresario fotovoltaico”
“Mi primer disgusto, en relación con la situación fotovoltaica española en general, tiene que ver con la vertiente social y consiste en una frustración. Como tal, proviene de haberme creado una expectativa cuyo cumplimiento siento cada vez más lejano. La expectativa era (cuando me despisto de mí mismo, todavía lo es) que las peculiaridades de los sistemas fotovoltaicos, entre las que se cuenta la de que el coste unitario de la energía que producen es sensiblemente independiente del tamaño de las instalaciones productoras, permitirían fomentar la descentralización del sistema eléctrico, entendiendo por tal el que todos los ciudadanos de a pie puedan aspirar a convertirse en dueños de una pequeña parcela fotovoltaica. Mi expectativa estaba, para más inri, atizada por lo que la Constitución dice en su artículo 9.2: “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones (…) y facilitar la participación de los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social”; de donde yo esperaba que la reglamentación fotovoltaica aprovechase las características de esta tecnología para favorecer la entrada en el juego de ese gran capital distribuido en muchos pedacitos, que representa el ahorro de los asalariados y demás miembros de la clase media.
¡Pues no! En realidad, no sólo no se reduce la complejidad de la gestión para los pequeños, sino que las cosas están rodando de tal manera que en vez de ser cada vez más y más modestos son –o somos– cada vez menos y más ricos. El actual sistema de primas, debido a que consiste en sólo dos tramos separados por un fuerte escalón, origina un óptimo económico, totalmente artificial, en torno al valor más alto de potencia del tramo inferior. Así, si antes del RD 436/2004 el prototipo de propietario fotovoltaico era dueño de entre 2 kW y 5 kW, ahora lo es de entre 25 kW y 100 kW.”
Este era el comentario cuando aún estaba vigente el RD 436/2004.
Pues Eduardo mas vale que esta vez, después de leer el Rd 661/2007, no escribas nada y apagues los sentidos que ya sabes que ojos que no ven corazón que no siente porque ahora, después de la practica desaparición de ese fuerte escalon (ahora es de un 5%), ese optimo económico artificial que comentabas ha pasado a la modesta cantidad de….
10 Mw
¡Eso es lo que se llama andar por el camino correcto!
Luego, cuando los defensores de la nuclear argumenten la ocupación de terreno como impacto ambiental de la fotovoltaica no podremos ni siquiera replicar que la fotovoltaica se instala sobre cubierta, sin ocupación adicional de superficie, porque la realidad de las cosas será otra bien distinta.