La industria solar fotovoltaica se la juega este otoño
Fuente: Expansión
Autor: Javier Anta
Fecha: 12-10-2006
La energía solar fotovoltaica tiene una oportunidad de oro este otoño para consolidarse no sólo como una tecnología para producir electricidad sencilla y limpia, sino para que la industria que la apoya afiance su enorme crecimiento y capacidad de generación de riqueza. Y eso es posible porque, en pocas fechas, el Ministerio de Industria va a acometer la revisión del RD 436/2004, que hará posible conseguir un objetivo importante, definido por el Plan de Energías Renovables aprobado en 2005, que es el de tener instalados en España 400 MW a finales de 2010 (ahora tenemos poco más de 60 MW), y nos ilusiona pensar que este objetivo estará acompañado de un sector fuerte y unos costes de instalación y kWh eléctrico fotovoltaico más bajos de los que ahora tenemos.
La industria fotovoltaica en España se puede hacer una buena foto. En los últimos años no ha hecho otra cosa que crecer y consolidarse. Desde el año 2001, el crecimiento de nuestra capacidad industrial de producción de generadores solares fotovoltaicos ha sido del 57% de media anual, el empleo ha crecido un 30% al año, el mercado de instalación, más del 50% cada año, y los precios finales de los sistemas fotovoltaicos han bajado una media del 3,8% (y de no haber tenido el problema coyuntural de falta de silicio los dos últimos años podríamos haber llegado al 5%).
A este desarrollo tan positivo y este crecimiento sostenido, corroborados por las anteriores estadísticas, podemos añadir el prestigio de que goza nuestra industria confirmado por varios indicadores: las empresas manufactureras exportan la mayoría de su producción compitiendo mundialmente en calidad y precio; nuestro mercado fotovoltaico es el segundo en Europa y cuarto mundial; los premios y honores internacionales otorgados a nuestros investigadores, etcétera.
Sentar las bases del futuro
Es en este momento cuando nos enfrentamos a un reto de gran calibre: consolidar lo conseguido hasta ahora y sentar las bases del desarrollo futuro, consiguiendo un sector del que un país se puede sentir orgulloso, una industria que ya crea un importante tejido industrial, que compite internacionalmente, con un peso específico superior al que nos corresponde como PIB producimos el 5% de los generadores solares que se fabrican en el mundo , está en suspenso esperando un mensaje tranquilizador del nuevo equipo ministerial en Industria.
Por eso, el Gobierno y la industria fotovoltaica se juegan este otoño su credibilidad en la apuesta por la energía renovable, el primero, y su papel de industria tractora en el contexto internacional, el segundo. Y estamos decididos a apoyar y asesorar al equipo ministerial actual, para lograr la consecución del objetivo del Plan de Energías Renovables y hacer que crezcan los proyectos sólidos y no especulativos en el mercado español, de modo que los miles de pequeños inversores que habían puesto su mira en invertir en una instalación fotovoltaica en su tejado o en alguna participación en alguna promoción de parques solares no se vean defraudados.
En un mercado regulado, la confianza en el regulador es vital; no se puede apostar por el desarrollo de las tecnologías solares que requieren fuertes inversiones si los gobiernos, del color que sean, no apuestan con claridad por ellas y ofrecen certidumbre retributiva y un retorno razonable para los industriales y entidades financieras que desean cooperar en su desarrollo. Este otoño lo que está en juego es la credibilidad del apoyo a las energías renovables, el apoyo a la innovación, a industrias punteras.
España se juega el seguir en la primera división de los países que apoyan las renovables y las industrias que se desarrollan a su alrededor.