Del GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL SENADO,
por la que se instainsta al Gobierno a la adopción de determinadas medidas parapara poner freno al incrementoincremento de las taritarifas eléctricas. (Número de expediente Senado 662/000154.)
El señor PRESIDENTE: Moción del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, por la que se insta al Gobierno a la adopción de determinadas medidas para poner freno al incremento de las tarifas eléctricas.
A esta moción se han presentado dos enmiendas: una del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió y otra del Grupo Parlamentario Socialista.
Para la defensa de la moción, tiene la palabra el senador Palacios. (Rumores.)
Señoría, espere un momento a que se haga silencio en la Cámara.
(Rumores.)
Señorías, ruego silencio o abandonen el hemiciclo.
Comience, señoría.
El señor PALACIOS
ZUASTI: Señor presidente, señorías, buenos días a todos.
El año 2011 ha comenzado con la mayor subida en el recibo de la luz que se recuerda desde los años ochenta, sumada a las subidas de otros precios también regulados como el gas natural, el butano o el AVE. Para 17 millones de familias y para pequeñas empresas que están acogidas a la tarifa del último recurso, la luz ha subido casi un 10%. Hasta el ministro Sebastián ha tenido que reconocer que se trataba de una medida fuerte y excepcional. Es una medida que ha batido todos los récords, es un desatino económico, es una barbaridad política y, además, se ha tomado en el peor momento de la crisis: cuando las economías familiares se encuentran castigadas por una cadena de aumento de precios en los servicios básicos, cuando se han suprimido ayudas públicas, cuando han desaparecido deducciones fiscales, cuando se están produciendo los peores pronósticos sobre el desempleo, cuando muchas familias están afectadas por el paro, los recortes salariales y la congelación de pensiones, así como por la subida del IVA. La medida se ha tomado cuando los precios se disparan situando a la inflación en la temida barrera psicológica del 3%, y cuando ya se está hablando de riesgo de estrangulación de nuestra economía. En definitiva, ha sido tomada cuando la concurrencia de todos estos factores económicos hace temer una crisis de empobrecimiento social.
Lamentablemente, esta subida del precio de la luz no es la primera ni será la última que acuerde este Gobierno. Es más, es una de las muchas que se vienen produciendo desde que Miguel Sebastián es ministro de Industria, que cuenta con el triste honor de que, en el tiempo que lleva en el Gobierno, la luz se haya encarecido un 43%, muy por encima de la inflación y sextuplicando de largo la subida del IPC. En el tiempo que el señor Sebastián lleva de ministro de Industria, un usuario que en el año 2007 pagaba por su recibo de la luz 38 euros al mes tiene que pagar ahora 54, es decir 16 euros más, cantidad que está muy por encima de ese manoseado precio de un café con el que, con muy poca fortuna, trató de ironizar el ministro.
Es sabido, y así lo señalan los datos de Eurostat, que con los gobiernos del Partido Popular la luz bajó un 14,2% y que nunca subió por encima de la inflación. Pues bien, con los gobiernos de Zapatero, desde el año 2004 ha subido más de un 60%, con lo que se ha situado por encima de la media de la Europa de los 27 y ha sobrepasado el precio que se paga en países como Francia, Finlandia, Reino Unido y Portugal. Este es un escenario que no podemos por menos que calificar de lamentable, porque resta competitividad a nuestra economía, y es sabido que la crisis que padecemos en España es una crisis de competitividad. Y si nuestros costes de producción son mayores que los de nuestros vecinos y no podemos devaluar nuestra moneda, estamos abocados a seguir en la sima de la crisis en que nos encontramos.
Este Gobierno ha tenido que subir las tarifas eléctricas para pagar en gran medida los errores de la política energética del señor Zapatero. En un reciente informe que ha publicado el Ministerio de Industria, aparece, negro sobre blanco, esa demencial política energética que se ha seguido durante estos años, basada en la demagogia, que tiene como único objetivo buscar la rentabilidad política a corto plazo, ignorando las consecuencias que puedan tener tales medidas sobre la competitividad y la eficiencia de nuestro país. Una política que consiste en subvencionar una serie de energías carísimas y de escasa eficiencia, al tiempo que se cierran centrales nucleares como la de Garoña. Este Gobierno está obsesionado en ser el primero que realice un despliegue masivo de tecnologías inmaduras. Por eso ha puesto en
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PLENO
Núm. 107 19 de enero de 2011 Pág. 5810
marcha una serie de parques eólicos y fotovoltaicos, y una serie de plantas de biocombustibles de los cuales solamente una parte están justificados. Y como consecuencia de todas estas decisiones, ahí están los 6000 millones euros que hay que pagar como subvención a su explotación. Esta política energética ha llevado a que en España se hayan duplicado las energías renovables entre 2004 y 2010 y a que las subvenciones que hubo que pagarles a estas ascendieran en el año 2009 a 6200 millones de euros.