Dimite el secretario de Energía
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Antonio Fernández Segura, secretario general de la Energía durante los dos últimos años, ha presentado su dimisión, aunque seguirá en el puesto hasta que se produzca el relevo de José Montilla al frente del Ministerio de Industria a la vuelta de las vacaciones. Diferencias con otros ministerios y altos cargos del Gobierno en las decisiones de política energética habrían provocado la renuncia, según medios del sector.
La dimisión tiene lugar en momentos de tensión en el sector eléctrico, con una de las empresas (Iberdrola) en actitud de rebeldía ante disposiciones de Industria, y en vísperas de que la Comisión de la Energía decida sobre la opa lanzada por la alemana E.On sobre Endesa.
En las últimas reuniones del Gabinete se han aprobado una ‘mini-reforma’ eléctrica y el nuevo Plan Nacional de Asignaciones de Derechos de Emisión. Algunas fuentes del sector sugieren que esas propuestas ya no partían del equipo de Fernández Segura, sino que venían inspiradas por el ministerio de Economía, el de Medio Ambiente o la oficina económica de presidencia del gobierno.
Fernández Segura lleva dos años volcado en los cambios que precisa el sector eléctrico. Cuando accedió al cargo se encontró dos problemas acuciantes –el primer Plan de Asignaciones de emisiones de CO2, a remitir a Bruselas en cuestión de días– y un desfase entre los costes de generación y la tarifa reconocida a los productores de electricidad que iba engrosando un déficit multimillonario a compensar con la propia tarifa en años futuros. El secretario general de la Energía sacó entonces adelante con Medio Ambiente una propuesta urgente para cumplir con Kioto, que dejó el grueso del ajuste para la segunda parte del programa, el periodo 2008-2012. Después encargó un libro blanco para la generación eléctrica, pero la opa de Gas Natural se cruzó en el camino de todos los proyectos.
Mientras la opa encallaba en los tribunales, el déficit tarifario seguía engordando, hasta alcanzar 3.800 millones de euros en 2005, y continuaba disparado este año.
La solución propuesta por Fernández fijaba una tarifa específica para el comercio mayorista entre las eléctricas, pero el pulso de Iberdrola ha hecho que el ministerio se decante por buscar otras alternativas a la que propugnó Fernández Segura.