Mucho he especulado de las famosas etiquetas energéticas que vemos en los electrodomésticos, pues éstas se crearon en los años 90 y desde entonces ha llovido mucho. Yo pensaba que actualmente estaban desfasadas pues los aparatos de ahora no consumen como los de antaño, pero en la explicación que he leído en una página web, y que parcialmente reproduzco, me ha sacado de dudas. Yo añadiría a las etiquetas además de los colorines el tanto por ciento de ahorro respecto al electrodoméstico de referencia.

Eltexto es el siguiente:

A partir de Diciembre de 2011 entra en vigor la nueva directiva europea de etiquetado energético de electrodomésticos (frigoríficos, refrigeradores, lavadoras y lavavajillas) a partir de entonces los nuevos electrodomésticos incorporarán la nueva etiqueta, mas fácil de comprender y comparar. Esto se debe a que la primera clasificación se efectuó en 1994 y los avances tecnológicos han permitido fabricar electrodomésticos más eficientes y se hace necesaria una nueva clasificación más allá de la letra A.
Los modelos de electrodomésticos que ya se encuentran en el mercado antes de Diciembre de 2011 podrán mantener el etiquetado antiguo, por lo tanto el consumidor se va a encontrar en los primeros meses de 2012 con dos tipos de etiquetas de clasificación energética de los electrodomésticos.


Las principales diferencias que podemos apreciar son:
- La incorporación de nuevas clasificaciones, A+, A++ y A+++. La etiqueta inicialmente clasificaba los productos desde la A hasta la G, siendo la A la clase energética más eficiente y G la menos eficiente.

¿Qué indica cada letra?
En 1993 se realizo un estudio europeo que midió el consumo medio anual de distintos electrodomésticos. A este consumo medio se le asignó el valor de referencia, 100%, entre las letras D y E. A partir de ese punto o valor medio se calcularon los demás letras:
A 42 - 55 %
B 55 - 75 %
C 75 - 90 %
D 90 - 100 %
E 100 - 110 %
F 110 - 125%
G > 125 %
La nueva clasificación incluye:
A+++ < 22 %
A++ 22 - 30 %
A+ 30 - 42 %


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¿Es de fiar su valoración?
Toda la información que contiene la etiqueta se basa en las normas de ensayo establecidas en la Legislación Europea.
No existe ningún organismo independiente que etiquete cada electrodoméstico. Son las propias marcas las que contratan los servicios de laboratorio homologados para hacer las pruebas de consumo y son las propias marcas la que se auto etiquetan. La administración puede realizar una inspección y corroborar el etiquetado, pero lo cierto es que, hasta la fecha, no se ha hecho ningún control de este tipo en España.
Un detalle también destacable, es que en los laboratorios está permitido un margen de error de un 15%, lo que implicaría un salto que podría llegar hasta de dos clases (por ejemplo de una clase C a una A. De un análisis efectuado por Compra Maestra para la OCU, se confirma que raramente las etiquetas se corresponden con la real, los aparatos suelen situarse en una clase inmediatamente superior a la que deberían.